30 julio 2006

No me importa morir

A mi lado nada nos separara,
nadie te hará daño.
A mi lado nadie te tocará,
nadie se acordará de ti.
Cuando no te acuerdes de nada
serás mía.
Y estas bajo mi control
solo yo puedo tocarte
y puedo ahogarte
en el vertigo del sadismo.
No me importa morir,
no me importa morir,
en la oscuridad.
Cuando no haya aire para respirar
te estaré asfixiando,
encadenada con mi foto
condenada a pensar en mi.
El pasado desaparece
y eres mía...
Y estas bajo mi control
solo yo puedo tocarte
y puedo ahogarte
en el vertigo del sadismo.
No me importa morir,
no me importa morir,
en la oscuridad.
Solo tú
solo yo
solo tú,
solo yo,eres mía...

(El otro yo)

29 julio 2006


Angie

Angie, Angie, when will those clouds all disappear?

Angie, Angie, where will it lead us from here?
With no loving in our souls and no money in our coats
You can't say we're satisfied
But Angie, Angie, you can't say we never tried
Angie, you're beautiful, but ain't it time we said good-bye?
Angie, I still love you,
remember all those nights we cried?
All the dreams we held so close seemed to all go up in smoke
Let me whisper in your ear:
Angie, Angie, where will it lead us from here?
Oh, Angie, don't you weep, all your kisses still taste sweet
I hate that sadness in your eyes
But Angie, Angie, ain't it time we said good-bye?
With no loving in our souls and no money in our coats
You can't say we're satisfied
But Angie,
I still love you,
baby Ev'rywhere I look I see your eyes
There ain't a woman that comes close to you
Come on Baby, dry your eyes
But Angie, Angie, ain't it good to be alive?
Angie, Angie, they can't say we never tried

(Rolling Stones)
Where Is My Mind?

Ooooooh - stop
With your feet in the air
and your head on the ground
Try this trick and spin it, yeah
Your head will collapse
But there's nothing in it
And you'll ask yourself
Where is my mind
Way out in the water
See it swimmin'
I was swimmin' in the Carribean
Animals were hiding behind the rock
Except the little fish
But they told me,he swears
Tryin' to talk to me
to me to me ...
Where is my mind
the ground
Try this trick and spin it, yeah
Your head will collapse
If there's nothing in it
And you'll ask yourself
Where is my mind
Ooooh
With your feet in the air
and your head on the ground
Ooooh Try this trick and spin it,
yeah Ooooh Ooooh...

(Pixies)
Break My Body

I'm the hard looser
You'll find me crashing
through my mother's door
I am the ugly lover
You'll find us rolling
on the dirty floor
Break my body,
hold my bones,
hold my bones
I'm a belly dancer
I'll shake forever and
I'll never care
I'm a building jumper
Roof to roof you see me
flying in the air
Break my body,
hold my bones,
hold my bones
Somebody got hurt
Somebody get hurt
Somebody got her

(Pixies)

27 julio 2006

Sentía

Sentía mucho por ti
y ahora, que siento
igual de mucho,
no lo sé dividir.
Sentía que no perdía nada
buceando entre tus piernas
sin medir la brazada.
Se siente,
ahora juego de suplente;
que el que siente
no presiente,
y de tanto que sentía,
no sentí que te perdía.
Yo sentía que sentía por tu carril.
Sentía la incauta miopía
de no ver tu perfil.
Te dabas para no dar la cara,
que me ibas dando cuerda
para que yo me ahorcara.
Se siente, ahora juego de suplente,
que el que siente no presiente,
y de tanto que sentía
no sentí que te perdía.
Yo sentía que sentía.
Se siente tu sonrisa disidente,
coqueteando con la mía,
a mandíbula batiente.
Soy un diente sin encía.
No me pidas que sonría.
Que estoy triste....
vida mía.

(Mecano)

24 julio 2006

NUNCA HE CONOCIDO...

Nunca he conocido amor ni compasión.
Explícame qué es aquella dicha tan famosa
de la que discuten los poetas hace siglos.
Lo trataré, aunque sea muy difícil:
¿cómo hablar a un ciego del color de la flor,
de lo que en ella es lila, gualda o encarnado?
La dicha es un río sordo y nocturno
donde navegamos hasta ahogarnos, atraídos
por la luz engañosa de un fuego, una luciérnaga...
O bien: todo tiene un sinónimo en la tierra.
Hay una llave para cada cerradura:
la helada y mágica palabra “dolor”.


(Georgy Ivanov)
ESPÉRAME Y VOLVERÉ

Espérame y volveré.
Espera ansiosa...
Espera, cuando las lluvias
traigan tristeza.
Espera, cuando el verano
traiga calor.
Espera, cuando los otros
sean olvidados.
Espera, cuando de lejos
no lleguen cartas.
Espera, aun cuando todos
estén cansados ya de esperar.
Espérame y volveré.
Ignóralos si te dicen
que es tiempo ya de olvidar.
Deja que mi hijo y mi madre
piensen que yo ya no existo.
Cuando todos mis amigos,
cansados ya de esperar,
se reúnan junto al fuego
y beban el vino amargo
a mi memoria, espera...
Espera, y no te apresures
a vaciar también tu copa.
Espérame y volveré
a despecho de mil muertes.
Los que no me esperaban
quizá dirán: “Tuvo suerte”.
Ellos no comprenderán
que en el rigor del combate
tu esperar me salvó.
Mas cómo sobreviví,
sólo tú y yo lo sabremos,
pero tú supiste esperar
como nadie esperó.


(Konstantin Simonov)
LA CANCIÓN DE LA ÚLTIMA CITA

Se enfriaba, desvalido, mi pecho,
pero eran ligeros mis pasos.
Me puse en la mano derecha
el guante de la mano izquierda.
¡Me pareció que había muchos peldaños
aunque sabía que eran sólo tres!
Un murmullo otoñal entre los arces
me pidió: “¡Muere conmigo!
¡Oye: una suerte penosa,
inconstante y mala me engañó!”
Le contesté: “¡Querido mío:
a mí también. Contigo moriré!”
Esta es la canción de la última cita.
Eché una mirada a la casa sombría.
Tan sólo en la alcoba ardían las velas
con una llama indiferente y mustia.


(Anna Ajmátova)
TODO LO QUE QUIERE...

Todo lo que quiere mi memoria conservar
se pierde en los años fatídicos y crueles,
pero vuela mi historia rutilante
por los cielos nocturnos como un rayo.

Quemada está mi vida, relatada toda;
tan sólo sueño con mi primer amor,
atado en cruz con una cinta roja
como si fuera un cofre de sin igual valor.
Y cuando en el silencio de mi cuarto
bajo la lámpara me consumo de dolor
en el incienso de mis sueños se trasluce
el fantasma azul de mi adorada muerta.


(Alexander Blok)
LA DESPEDIDA

¡Adiós! Nunca más nos encontraremos
ni nos daremos la mano nunca más.
¡Adiós! Tu corazón es libre desde ahora
aunque no volverás a ser feliz jamás.
Sé que palpitará de nuevo
con ímpetu doloroso tu corazón
cuando oigas el nombre de aquel amigo
que ya hace tiempo desapareció.
Hay sonidos que no le dicen nada
a la turba arrogante que los desdeña,
pero a nosotros nos es difícil olvidarlos
porque viven fundidos en el alma nuestra.
Se entierra el pasado como en una tumba
en el fondo de aquellos sonidos sagrados,
y sobre la tierra tan sólo hay dos seres
que comprenden y se estremecen al escucharlos.
Estuvimos juntos sólo por un instante,
pero estuvo contenida la eternidad en él;
consumimos todos nuestros sentidos
y todo lo quemamos en el beso aquél.
¡Adiós! No te aflijas. Sé sensata.
No lamentes la brevedad de nuestro amor.
Hoy parece difícil el separarnos,
pero sería aún más penosa la unión.


(Mikhail Lérmontov)
UN PRISIONERO

Estoy tras de las rejas en húmeda prisión.
Mi compañero triste, criado en cautiverio,
es un águila joven que sacude sus alas
y pica en mi ventana su sangrienta ración.
Luego la arroja y mira a través de los cristales
como si tramara lo mismo que yo
y me llama con su mirada y con su grito
como diciendo:

“Huyamos... echemos a volar...
Somos pájaros libres: es hora, hermano, ya.
Volemos a las cumbres, más allá de las nubes;
allá donde se ve la ribera del mar
allá donde habitamos, tan sólo el viento y yo”.


(Alexander Pushkin)

23 julio 2006


Papelucho: ¿Soy dix-leso?

"Y en la tarde fuimos al doctor. Me martilló las rodillas y otras cuestiones con un martillo lindo. En un momento me dejó en la camilla y se fue a conversar con la mamá.Traté de entender lo que decían, y casi lo entendí. No estoy bien seguro si la cosa es que soy superdotado o viceversa. Parece que soy dix-leso que es algo muy choriflay y distinto. En todo caso con este asunto, el papá y la mamá hablan y hablan de mí, van al colegio a ver a mi Profe y vuelven furiosos con ella y siguen alegando. De todos modos yo tengo mi enfermedad propia y nadie me la quita.Pero en la noche, me desvelé. Porque claro, en el día a uno le gusta ser enfermo y en la noche no. Me desperté con esa cuestión de felicidad como de que es mi cumpleaños. Y como no era, me acordé de que estaba enfermo.Pero sin remedios. Y también sin colegio ni tareas...Por fin podía hacer mis inventos urgentes, antes de que los hiciera otro. En el colegio no hay tiempo, así que con estas vacaciones enfermosas me iban a resultar.Pesqué mi diario y me trepé en el peral donde nadie molesta. Y anoté todo antes que se me olvide.
Invento 1. La churrasquera jugosa. Ahora que no hay carne podría ser la solución mundial. Funciona en un helicóptero a bajo vuelo. Automáticamente cae la carne sobre el motor caliente, se achurrasca y el copiloto la mete en el pan.
Invento 2. Zapatos electrónicos. Tienen tres velocidades y sirven en vez de micro o bicicleta. Tienen tres velocidades y sirven en vez de micro o bicicleta. Es pura cuestión de un alambrito de contacto en el talón del zapato y dos pilas en el bolsillo. Es un invento barato y fácil.
Invento 3. Aspirador ventilante. No lo alcanzo a inventar hoy. "

(Marcela Paz)
Hijo de Ladrón

" ¿Cómo y porqué llegué hasta allí? No recuerdo cómo ni porqué, así como no recuerdo por quién y cómo he llegado a tantas partes. Es una historia larga y, lo que es peor, confusa; la culpa es mía: nunca he podido pender de un hilo, como pudiera hacerlo un metro, línea tras línea, centímetro tras centímetro, hasta llegar a ciento o a mil; y mi memoria no es mucho mejor: salta de un punto a otro, de un hecho a otro, indistintamente, al azar, eligiendo los que aparecen primero y volviendo sobre sus pasos cuando los otros, mas perezosos o mas densos, surgen a su vez desde e! fondo de la vida pasada. Creo que, primero, estuve preso; si, así debió empezar aquello, si es que empezó de algún modo. Nada importante, por supuesto: acusación de asalto a una joyería, pero a una joyería que jamás había visto y cuya existencia y situación ignoraba e ignoro aún; y tenia según parece, cómplices, a los que tampoco había visto jamás y cuyos nombres y apodos conocía tanto como ellos conocían los míos; la única que sabia algo era la policía. Muchos días de cárcel, durmiendo en el suelo de cemento, sin una frazada; a consecuencia de ello, pulmonía; finalmente, tos, una tos que brotaba de alguna parte del pulmón herido. Cuando fui dado de alta y puesto en libertad, salvado de la muerte y de la justicia, la ropa, arrugada y manchada de pintura, colgaba de mí como de un clavo. ¿Qué hacer? En verdad, no era mucho lo que podía hacer; a lo sumo, morir; pero no es tan fácil morir. No podía pensar en trabajar -me habría caído de la escalera- y menos podía pensar en robar -el pulmón herido me impedía respirar profundamente. Tampoco era fácil vivir.En ese estado y con esas expectativas, salí a la calle. -Está en libertad. Sol y viento, mar y cielo. "

(Manuel Rojas)
La Casa de los Espíritus

(...) Sus padres, en cambio, no pudieron ignorarlas, a pesar de que estaban de acuerdo en que la posesión demoníaca y la soberbia eran dos pecados demasiado grandes para una niña tan pequeña. Temían a la maledicencia de la gente y al fanatismo del padre Restrepo. Hasta ese día, no habían puesto nombre a las excentricidades de su hija menor ni las habían relacionado con influencias satánicas. Las tomaban como una característica de la niña, como la cojera lo era de Luis o la belleza de Rosa. Los poderes mentales de Clara no molestaban a nadie y no producían mayor desorden; se manifestaban casi siempre en asuntos de poca importancia y en la estricta intimidad del hogar. Algunas veces, a la hora de la comida, cuando estaban todos reunidos en el gran comedor de la casa, sentados en estricto orden de dignidad y gobierno, el salero comenzaba a vibrar y de pronto se desplazaba por la mesa entre las copas y platos, sin que mediara ninguna fuente de energía conocida ni truco de ilusionista. Nívea daba un tirón a las trenzas de Clara y con ese sistema conseguía que su hija abandonara su distracción lunática y devolviera la normalidad al salero, que al punto recuperaba su inmovilidad. Los hermanos se habían organizado para que, en el caso de que hubiera visitas, el que estaba más cerca detenía de un manotazo lo que se estaba moviendo sobre la mesa, antes que los extraños se dieran cuenta y sufrieran un sobresalto. La familia continuaba comiendo sin comentarios. También se habían habituado a los presagios de la hermana menor. Ella anunciaba los temblores con alguna anticipación, lo que resultaba muy conveniente en ese país de catástrofes, porque daba tiempo de poner a salvo la vajilla y dejar al alcance de la mano las pantuflas para salir arrancando en la noche. A los seis años Clara predijo que el caballo iba a voltear a Luis, pero éste se negó a escucharla y desde entonces tenía una cadera desviada. Con el tiempo se le acortó la pierna izquierda y tuvo que usar un zapato especial con una gran plataforma que él mismo se fabricaba. En esa ocasión Nívea se inquietó, pero la Nana le devolvió la tranquilidad diciendo que hay muchos niños que vuelan como las moscas, que adivinan los sueños y hablan con las ánimas, pero a todos se les pasa cuando pierden la inocencia. -Ninguno llega a grande en ese estado -explicó-. Espere que a la niña le venga la demostración y va a ver que se le quita la maña de andar moviendo los muebles y anunciando desgracias.

" La memoria es frágil y el transcurso de una vida es muy breve y sucede tan deprisa que no alcanzamos a ver la relación entre los acontecimientos, no podemos medir la consecuencia de los actos... por eso mi abuela Clara escribía en sus cuadernos, para ver las cosas en su dimensión real. "

(Isabel Allende)
El ultimo Grumete de la Baquedano
" El niño, rodeado de la ronda, respiró con placer el viento salobre que venía del mar, miró las olas que aparecían y desaparecían como lomo de negras y grandes bestias en la noche, y sus ojos se agrandaron de asombro al contemplar el espectáculo impresionante del velamen del buque hinchado por el fuerte viento del noroeste, escorado peligrosamente por el lado de babor y corriendo a doce millas por hora en la inmesidad del mar y de la noche. Un ordenanza llegó a interrumpir el silencio de la ronda y su prisionero. -Mi comandante Calderón desea ver al niño -dijo el grumete. Siguieron al guardiamarina que comandaba el grupo y descendieron por una elegante escalera de bronce a la cámara del primer comandante del buque, que quedaba bajo la toldilla. El comandante Calderón era un capitán de navío, alto, gordo, moreno, con ese aspecto bonachón de los viejos marinos que han recorrido muchos mares, visto muchas cosas y mandado muchos buques. El segundo comandante ya lo había informado del hallazgo. El niño se sorprendió un poco de la elegancia de la cámara, tapizada de alfombra, con una mesa de fina madera y cubierta de una carpeta de felpa roja, grandes sillones y lámparas potentes. El comadante hizo retirar la ronda y se quedó solo con el segundo y el niño. Con aire severo, pero bondadoso, le pidió que le hablara con confianza. El niño, después de la dureza del oficial de ronda y del segundo, encontró al comandante tan bueno como al mejor de los profesores, y empezó a contarle su vida, la de su madre, viuda de un marinero del transporte "Angamos", el viaje sin regreso de su hermano a Magallanes y, por fin, su decisión de hacerse marinero e ir en busca de su hermano Manuel. El comandante lo escuchó con atención. Luego, dirigiéndose al segundo, expresó: -Que se ponga un radio a la Dirección General de la Armada, dando cuenta del hecho y pidiendo instrucciones. Podríamos recalar en Corral o en Puerto Montt, para entregarlo a las autoridades; pero me parece difícil: la Orden de Viaje dispone que debemos seguir directo a Punta Arenas por mar afuera y a vela hasta el Golfo de Penas y a máquina por los canales, entrando por el Messier. -Viene a ocasionarnos un poco de molestias, amigo; desde luego, el arresto de la guardia correspondiente a la hora en que usted entró. Trate de comportarse bien y hacer lo que le digan -y dirigiéndose al segundo, el comandante terminó-: Que le den un coy y comida en la guardia. El viento seguía ululando en las jarcias y un sonido como de un bombo colosal interrumpía a ratos la sinfonía de la noche tempestuosa, cuando una vela de cuchilla no cazaba bien el viento y se azotaba flameando. "

(Francisco Coloane)
Sub Terra

"En la plazoleta se desarrolló entonces, una escena digna de los condenados del infierno. En la lobreguez de la sombra agitándose las luces de las lámparas, moviéndose en todas direcciones y terribles juramentos y atroces blasfemias resonaron en las tinieblas, yendo a despertar a lo largo de los muros los ecos tristemente lúgubres de la roca tan insensible como el feroz egoísmo humano ante aquella inmensa desolación" (El grisú).
"Cuántas veces en esos instantes de recogimiento, habría pensado, sin acertar a explicármelo, en el por qué de aquellas odiosas desigualdades humanas que condenaban a los pobres, al mayor número, a sudar sangre para mantener el fausto de la inútil existencia de unos pocos. ¡Y si tan sólo pudiera vivir sin aquella perpetua zozobra por la suerte de los seres queridos, cuyas vidas eran el precio, tantas veces pagado, del pan de cada día! (El chiflón del diablo).


"La criatura medio muerta de terror lanzaba gritos penetrantes de pavorosa angustia, y hubo que emplear la violencia para arrancarla de entre las piernas del padre, a las que se había asido con todas sus fuerzas. Sus ruegos y clamores llenaban la galería, sin que la tierna víctima, más desdichada que el bíblico Isaac, oyese una voz amiga que detuviera el brazo paternal armado contra su propia carne, por el crimen y la iniquidad de los hombres.
Sus voces llamando al viejo que se alejaba tenían acentos desgarradores, tan hondos y vibrantes, que el infeliz padre sintió flaquear su resolución. Mas aquel desfallecimiento duró sólo un instante, y tapándose los oídos para no escuchar aquellos gritos que le atenaceaban las entrañas, apresuró la marcha apartándose de aquel sitio. Antes de abandonar la galería, se detuvo un instante, y escuchó: una vocecilla tenue como un soplo clamaba allá muy lejos, debilitada por la distancia:- ¡Madre! ¡Madre! ("La compuerta número 12")
"Pablo se aferró instintivamente a las piernas de su padre. Zumbábanle los oídos y el pios que huía debajo de sus pies le producía una extraña sensación de angustia. Creíase precipitado en aquel agujero cuya negra abertura había entrevisto al penetrar en la jaula, y sus grandes ojos miraban con espanto las lóbregas paredes del pozo en el que se hundían con vertiginosa rapidez. En aquel silencio descenso sin trepidación ni más ruido que el del agua goteando sobre la techumbre de hierro las luces de las lámparas parecían prontas a extinguirse y a sus débiles destellos se delineaban vagamente en la penumbra las hendiduras y partes salientes de la roca: una serie interminable de negras sombras que volaban como saetas hacia lo alto. (La compuerta Nª12).


(Baldomero Lillo)

Los Momentos

Tu silueta va caminando
con el alma triste y dormida
ya la aurora no es nada nuevo
pa' tus ojos grandes y pa' tu frente
ya el cielo y sus estrellas
se quedaron mudos, lejanos y muertos
pa' tu mente ajena
Nos hablaron una vez cuando niños
cuando la vida se muestra entera
que el futuro, que cuando grandes
ahí murieron ya los momentos
sembraron así su semilla
y tuvimos miedo, temblamos
y en esto se nos fue la vida
cada uno aferrado a sus dioses
producto de toda una historia
los modelan y los destruyen
y según eso ordenan sus vidas
en la frente les ponen monedas
en sus largas manos les cuelgan
candados, letreros y rejas.

(Eduardo Gatti)
Mira Niñita

Mira niñita
te voy a llevar
a ver la luna
brillando en el mar
mira hacia el cielo
y olvida ese lánguido temor
que fue permanente emoción
ay, fue permanente emoción
para la hija de un hombre
con ojos de cristal
y papel sellado en la piel
mira hacia el cielo
y olvida ese lánguido temor
que fue permanente emoción
ay, fue permanente emoción
tu pelito y tus ojos de miel
pero ya en tu pecho florecerán
colores de amor
florecerán
tu pelito
la ternura tendrás para ti,
para ti
florecerán
la ternura
pero ya en tu pecho
florecerán colores de amor
(Los Jaivas)

Arriba en la Cordillera

¿Qué sabes de cordillera
si tú naciste tan lejos?
Hay que conocer la piedra
que corona el ventisquero,
hay que recorrer callando
los atajos del silencio
y cortar por las orillas
de los lagos cumbrereños:
mi padre anduvo su vida
por entre piedras y cerros.
La Viuda Blanca en su grupa
—la maldición del arriero—
llevó mi viejo esa noche
a robar ganado ajeno.
Junto al paso de Atacalcoa
la entrada del invierno
le preguntaron a golpes
y él respondió con silencios:
los guardias cordilleranos
clavaron su cruz al viento.
Los Ángeles, Santa Fe
fueron nombres del infierno:
hasta mi casa llegaba
la ley buscando al cuatrero.
Mi madre escondió la cara
cuando él no volvió del cerro
y arriba en la cordillera
la noche entraba en sus huesos:
él que fue tan hombre y sólo
llevó a la muerte en su arreo.
Nosotros cruzamos hoy
con un rebaño del bueno
arriba en la cordillera,
no nos vio pasar ni el viento.
Con qué orgullo me querría
si ahora llegara a saberlo
pero el viento no más sabe
donde se durmió mi viejo
con su pena de hombre pobre
y dos balas en el pecho.

(Patricio Manns)
Manifiesto

Yo no canto por cantar
ni por tener buena voz
canto porque la guitarra
tiene sentido y razón,
tiene corazón de tierra
y alas de palomita,
es como el agua bendita
santigua glorias y penas,
aqui se encajo mi canto
como dijera Violeta
guitarra trabajadora
con olor a primavera.
Que no es guitarra de ricos

ni cosa que se parezca
mi canto es de los andamios
para alcanzar las estrellas,
que el canto tiene sentido
cuando palpita en las venas
del que morira cantando
las verdades verdaderas,
no las lisonjas fugaces
ni las famas extranjeras
sino el canto de una alondra
hasta el fondo de la tierra.
Ahi donde llega todo

y donde todo comienza
canto que ha sido valiente
siempre sera canción nueva.
(Victor Jara)

22 julio 2006

Solitario Solo

El sol me mezquina las horas del día
la noche me puebla todas mis orillas
así voy rodando como el ave herida,
me levanto, caigo, me paro enseguida.
Así voy rodando como el ave herida,
el viento me enreda en sus cuerdas frías.
El viento me arrastra con fuerza maligna,
si quiere quedarse mi cuerpo allá arriba,
se llenan mis huesos de llamas altivas,
el viento me viste, me baja enseguida.
Se llenan mis huesos de llamas altivas,
el viento me cubre su larga camisa.
La luz de los montes todo me encandila,
igual que la mano de terca nodriza
las nubes me entregan su llanto de arriba,
con la luz y el viento, me alargan la esquina.
Las nubes me entregan su llanto de arriba,
con la luz y el viento me paro enseguida.
Solitario solo como luna esquiva,
pa'escupir mis penas me falta saliva
la reseca el viento que siempre vigila,
para sepultarme en su negra brisa.
La reseca el viento que siempre vigila,
para sepultarme en frías cenizas.

(Violeta Parra)
Poema 20

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,

y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.

La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.

Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.

Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.

La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo.

A lo lejos alguien canta.
A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.

Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.

Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.

Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro.

Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro.
Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.

Es tan corto el amor,
y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,

mi alma no se contenta
con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,

y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

(Pablo Neruda)


ARTE POÉTICA

Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.
Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;

El adjetivo, cuando no da vida, mata.
Estamos en el ciclo de los nervios.

El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.
Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema ;
Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.
El Poeta es un pequeño Dios.

(Vicente Huidobro)
Test

Qué es un antipoeta: un comerciante en urnas y ataúdes?
un sacerdote que no cree en nada?
un general que duda de sí mismo?
un vagabundo que se ríe de todo
hasta de la vejez y de la muerte?
un interlocutor de mal carácter?
un bailarín al borde del abismo?
un narciso que ama a todo el mundo?
un bromista sangriento deliberadamente miserable?
un poeta que duerme en una silla?
un alquimista de los tiempos modernos?
un revolucionario de bolsillo?
un pequeño burgués?
un charlatán?
un dios?
un inocente?
un aldeano de Santiago de Chile?
Subraye la frase que considere correcta.
Qué es la antipoesía: un temporal en una taza de té?
una mancha de nieve en una roca?
un azafate lleno de excrementos humanos
como lo cree el padre Salvatierra?
un espejo que dice la verdad?
un bofetón al rostro del Presidente de la
Sociedad de Escritores? (Dios lo tenga en su santo reino)
una advertencia a los poetas jóvenes?
un ataúd a chorro?
un ataúd a fuerza centrífuga?
un ataúd a gas de parafina?
una capilla ardiente sin difunto?
Marque con una cruz la definición que considere correcta.

(Nicanor Parra)
CONTRA LA MUERTE

Me arranco las visiones y me arranco los ojos cada día que pasa.
No quiero ver ¡no puedo! ver morir a los hombres cada día.
Prefiero ser de piedra, estar oscuro,a soportar el asco de ablandarme por dentro
y sonreíra diestra y siniestra con tal de prosperar en mi negocio.
No tengo otro negocio que estar aquí diciendo la verdad
en mitad de la calle y hacia todos los vientos:
la verdad de estar vivo, únicamente vivo,con los pies en la tierra
y el esqueleto libre en este mundo.
¿Qué sacamos con eso de saltar hasta el sol con nuestras máquinas
a la velocidad del pensamiento, demonios:
qué sacamoscon volar más allá del infinito
si seguimos muriendo sin esperanza alguna de vivir
fuera del tiempo oscuro?Dios no me sirve.
Nadie me sirve para nada.
Pero respiro, y como, y hasta duermo
pensando que me faltan unos diez o veinte años para irme
de bruces, como todos, a dormir en dos metros de cemento allá abajo.
No lloro, no me lloro. Todo ha de ser así como ha de ser,
pero no puedo ver cajones y cajones
pasar, pasar, pasar, pasar cada minuto
llenos de algo, rellenos de algo, no puedo ver
todavía caliente la sangre en los cajones.
Toco esta rosa, beso sus pétalos, adoro
la vida, no me canso de amar a las mujeres:
me alimentode abrir el mundo en ellas.
Pero todo es inútil,porque yo mismo soy una cabeza inútil
lista para cortar, pero no entender qué es eso
de esperar otro mundo de este mundo.
Me hablan del Dios o me hablan de la Historia.
Me río de ir a buscar tan lejos la explicación del hambre
que me devora, el hambre de vivir como el sol
en la gracia del aire, eternamente.

(Gonzalo Rojas)
Cantar

Te busqué en los mares,

te busqué en las tierras,
¡no te ha visto nadie
y todo lo llenas!
Rumbo de la vida,

ilusión cansada
¿en qué pueblo habitas
y cómo te llamas?
¡Seguir caminando

sin ver el camino!
¡Llorar lo pasado
y lo no venido
con el mismo llanto...!

(Pablo de Rokha)

Desolación

La bruma espesa, eterna, para que olvide dónde

me ha arrojado la mar en su ola de salmuera.
La tierra a la que vine no tiene primavera:
tiene su noche larga que cual madre me esconde.
El viento hace a mi casa su ronda de sollozos

y de alarido, y quiebra, como un cristal, mi grito.
Y en la llanura blanca, de horizonte infinito,
miro morir intensos ocasos dolorosos.
¿A quién podrá llamar la que hasta aquí ha venido

si más lejos que ella sólo fueron los muertos?
¡Tan sólo ellos contemplan un mar callado y yerto
crecer entre sus brazos y los brazos queridos!
Los barcos cuyas velas blanquean en el puerto

vienen de tierras donde no están los que son míos;
y traen frutos pálidos, sin la luz de mis huertos,
sus hombres de ojos claros no conocen mis ríos.
Y la interrogación que sube a mi garganta

al mirarlos pasar, me desciende, vencida:
hablan extrañas lenguas y no la conmovida
lengua que en tierras de oro mi vieja madre canta.
Miro bajar la nieve como el polvo en la huesa;

miro crecer la niebla como el agonizante,
y por no enloquecer no encuentro los instantes,
porque la "noche larga" ahora tan solo empieza.
Miro el llano extasiado y recojo su duelo,

que vine para ver los paisajes mortales.
La nieve es el semblante que asoma a mis cristales;
¡siempre será su altura bajando de los cielos!
Siempre ella, silenciosa, como la gran miradade

Dios sobre mí; siempre su azahar sobre mi casa;
iempre, como el destino que ni mengua ni pasa,
descenderá a cubrirme, terrible y extasiada.
(Gabriela Mistral)

08 julio 2006

El Ángel

Por el cielo de medianoche volaba un ángel.
Y cantaba una queda canción.
La luna, las estrellas y la multitud de las nubes
Escuchaba a aquella santa canción.
El cantaba la dicha de espíritus sin pecado.
Bajo frondes de jardines de paraíso,
La grandeza de Dios, cantaba el,
Y su alabanza era sincera.
En brazos llevaba una joven alma,
Para el mundo de tristeza y lágrimas,
Y el sonido de su canción en el alma,
Quedó sin palabras, pero vivo.
Y languideció ella en el mundo, largo tiempo,
Plena de un deseo maravilloso.
Y a los sonidos del cielo, no podían sustituirle
Las tediosas canciones de la tierra


(M.Lermontov)